domingo, 16 de mayo de 2010

Etimología de las palabras "recordar" y "acordar"

En relación con la entrada anterior acerca de las expresiones "to know/learn by heart" y "saber/aprender de memoria" he estado buscando información un poco más en serio y me he topado con unas cuantas cositas de lo más curioso; la etimología de los verbos recordar y acordar:

Nuestro verbo "recordar" lleva dentro la palabra "corazón". Viene del bajo latín recordare, que se compone del prefijo re- (‘de nuevo’) y un elemento cordare formado sobre el nombre cor, cordis (‘corazón’).
Antiguamente se creía que el corazón era la sede de la memoria. Encontramos vestigios de esta creencia no sólo en nuestro verbo recordar y sus equivalentes en otras lenguas románicas sino también en expresiones como estas:

Francés: apprendre par coeur (literalmente, ‘aprender de corazón’)

Inglés: know by heart (lit. ’saber de corazón’)

Ahora sí que nos queda más claro el porqué de la palabra corazón en la expresión inglesa. Pero os dejo algo más que me ha gustado. Veréis qué bonito:


La palabra “recordar” viene del latín “recordari”, formado de re (de nuevo) y cordis (corazón). Recordar quiere decir mucho más que tener a alguien presente en la memoria. Significa “volver a pasar por el corazón”. Si yo le digo a alguien que lo estoy recordando, le estoy diciendo que lo estoy volviendo a pasar por mi corazón.

Y por último, cuando llegamos a un acuerdo, acordamos algo con alguien, ¿sabéis qué es lo que podemos estar haciendo, según el latín?:

La palabra "acordar", tiene una etimología similar. viene del latín accordare, de a (aproximidad) y cordis (corazón). Es decir, "unir los corazones".

¡Toma ya, nada menos! :-)

3 comentarios:

  1. Que hermosa definición, cada día quiero mas a mi idioma y su origen.

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  2. Muy a mi imaginación; quiero decir que recordar es algo más mental, ya que va de la mente al corazón ('te vuelvo a pasar por el corazón); pero acordar es solo los corazones, sin egos, solo del ser��

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  3. La verdad es que acordar es tomarse un tiempo, para considerar los momentos más importantes de la vida, entre ellos, los más significativos, como por ejemplo, la fecha de nacimiento, de nuestros hijos, de los padres y de los seres que tenemos en alta estima.

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